viernes, 11 de noviembre de 2011

La austera casa de Manolo

La casa de Manolo es sin duda singular en esta localidad, una de las casonas con mas solera y personalidad en Fuentes .

Esta situada en la que fué, una de las cuestas mas importantes del pueblo, llamada C/ de la Iglesia, importante por que sube desde el centro y termina en la Iglesia, que era el edificio mas simbólico teniendo en cuenta ademas, que en la edad media esta calle era el lugar de paso obligado, para clerigos y nobles, vivir aquí solo estaba al alcance de las clases mas altas.


Tenemos que destacar como elementos relevantes de su arquitectura la rejería y las vigas de madera vista que a pesar del paso del tiempo y la carcoma continuan demostrando una calidad indiscutible.

La vegetación exugerante  de unos viejos rosales trepadores y una parra que en algún momento estuvo mas atendida y últimamente se dejo de podar, ejercen un fuerte efecto llamativo y otorgan a la fachada  un cierto aire tétrico, de misterio y leyenda.



 Una casa de labranza, con una distribución inteligente y dos entradas diferentes, una abre la planta baja con  la chimenea de leña que hace las labores de cocina de lumbre , usada también como despensa y cuadra. La otra entrada de la casa da directamente a  la primera planta que tiene un uso mas hogareño.

Estos robustos y roídos muros son el hogar de  Manolo, un fuenteño entrañable de 76 años de edad, hijo de la posguerra, también habitan aquí ,  algunos desvarios o cataclismos, y duras ausencias, como la de su mujer. (  La Mari ), que un día amargo lleno su maleta de nuevas ilusiones y partio hacia Barcelona, dejando a Manolo herido en el alma para siempre.



Pero nuestra visita ha conseguido, olvidar penas y desempolvar algunos recuerdos dando un paseo por los momentos mas amables de una vida llena de aventuras, y tiempos mas felices.




La puerta contigua a la vivienda da paso a una amplia cuadra que ahora sirve de gallinero y es al mismo tiempo un museo etnográfico de aperos, herramientas y otros enseres heredados.
Sorprende, el tronco de  un chopo milenario que como si de entrar a un cuento se tratara, sirve de insolita y mágica puerta de entrada a una cueva en desuso,que en otra epoca maduro el  vino de unos campos sembrados de fertiles viñedos castellanos.
Cueva de casa Manolo en la C/ de la Iglesia.  Fuentes, Cuenca